Una inquietante mirada de amor porteño
Cálida y cruel
No, no puedo creer que pasó
Que el misterio sensual de tu risa canyengue
Se apagó.
Brindo por esa ilusión de amor porteño
Loco puñal
Dulce y fatal, la nostalgia
De un tiempo pedazo de
Nosotros dos.
Y yo que pensaba que no me importaba
Que una caricia podía borrar el color
De mi ciudad...
El código oculto de esa mirada
Es como una señal
Y no puedo zafar
Un deseo sutil que temblando me viene a buscar.
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