Un silencio precario,
mil gritos que han de esperar.
Seis pasos que dudan
llegar hasta el rincón,
una leve sonrisa no oculta el dolor.
Un gesto cansado dibuja
con sangre huellas de una lucha,
que aún no se acabó.
El juez levantó un puño
que no es el tuyo,
el golpe más duro,
haber perdido.
Aunque hoy te ha tocado perder,
tu sabes que mañana escondes
un as en el bolsillo,
la suerte te sonreirá....
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