Un ardiente verano, en un tren olvidado,
estando muy cansado pero sin poder dormir,
sumido en el silencio el tren iba despacio
y aquel tipo de al lado se acerco a mí.
Dijo: Soy jugador, conozco a la gente,
por un gesto de repente, por su forma de mirar.
Si tu no me crees, si tu no me comprendes,
por un trago de whisky te lo contaré.
Yo le di mi botella, la cogió y bebió de ella,
sacó un cigarrillo y fuego me pidió.
La noche se hizo densa, su cara se hizo piedra.
Para hacer bien tu juego me debes escuchar.
Tú vas o no ,pero entiende
no juegues fuerte sé muy prudente al apostar.
No cuentes tú dinero, que después ya tendrás tiempo
debes estar muy atento, y saberte marchar.
Cada jugador, hay secretos que se guardan,
el reto es si te marchas y quedarte lo es aun mas.
Hay veces que se gana y muchas que se pierde.
Y si mueres en tu cama ,suerte tu tendrás.
Y al terminar su charla, miró por la ventana,
tiro el cigarrillo y se echó a descansar.
La obscuridad se hizo, y sé quedó dormido
La obscuridad se hizo, y sé quedó dormido
Y sus palabras fueron como un póquer para mi
Tú vas o no ,pero entiende
no juegues fuerte sé muy prudente al apostar.
No cuentes tú dinero, que después ya tendrás tiempo
debes estar muy atento, y saberte marchar...
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